La antigua
Grecia fue la cuna de la geometría que se conoce
en nuestros días. Importantes personajes enunciaron los teoremas que usamos en la
actualidad como Tales de Mileto, Pitágoras y Euclides. En esa época surgieron tres grandes problemas y que en la actualidad les llama los
tres grandes problemas de la antigüedad. Ellos se basan en la
utilización del compás y la regla como los instrumentos para resolver los problemas.
La cuadratura del círculo
Consistente
en hallar, con sólo regla y compás, un cuadrado que tenga un área que sea igual
a la de un círculo dado. Años después se llego a la conclusión que solo se
puede calcular por el método de repeticiones sucesivas.
El resolver este problema trató de
obtener muchas veces, sin éxito, desde la antigüedad clásica hasta el siglo XIX.
La
posibilidad de cuadrar superficies limitadas por curvas y, en especial, la cuadratura del
círculo, no parecía posible o probable para los griegos hasta que Hipócrates de
Quíos demostró unas figuras curvilíneas construidas a propósito por él,
llamadas lúnulas, podían cuadrarse. Esta resolución formó una falsa esperanza
entre los matemáticos de la antigüedad, si embargo posteriormente se demuestra
que no era cierto lo que proponía Hipócrates.
En 1882, el matemático alemán Ferdinand Lindemann demostró que por π es es
imposible cuadrar el círculo usando regla y compás.
La duplicación del cubo
Se
denomina duplicación del cubo al problema de hallar, mediante el uso de regla y
compás, el lado de un cubo tal que su volumen sea el doble del volumen de otro
cubo de lado dado. Este problema surge de que en el año 429 a. C., Pericles,
gobernador de Atenas por esa época, muere víctima de la peste que atacaba muy
severamente la ciudad. A raíz de este suceso algunos de los habitantes deciden
ir a la ciudad de Delfos para hacer consultas al Oráculo de Apolo y saber como
poder detener la epidemia. La respuesta a la consulta del Oráculo es que deben
elaborar un nuevo altar en forma de cubo cuyo volumen duplique el del altar que
ya existe.
.
El primero en tratar de resolver el problema es
Hipócrates de Quíos y no logra encontrar la respuesta .Posteriormente lo
intenta Arquites de Tarento, Menecmo y Eratóstenes de Cirene.Ellos logran
encontrar soluciones El francés Pierre Wantzel con sus trabajos llega a demostrar que el
problema no posee solución alguna.
La triseccion del ángulo

La trisección del
ángulo fue el tercero de los problemas clásicos de la antigüedad griega. Se
pretendía trisecar un ángulo, o dicho de otra forma, dividirlo en tres partes
perfectamente iguales usando sólo una regla y un compás. Esto, en general, no es posible.
El Número Áureo
Este
es un número nada fácil de imaginar y aún así es interesante saber que lo
encontramos en casi todo lo que nos rodea por ejemplo en las abejas, en las
plantas y muchas cosas mas como en el arte. A este número le llaman
número de oro o también sección áurea,
proporción áurea o razón áurea. Se representa con símbolo que esta en la imagen de arriba y se lee como Phi(fi). El número áureo a lo largo de la
historia se ha reconocido como uno de los número más importantes que han
abarcado tanto teorías sobre sus propiedades matemáticas, como
características geométricas en la arquitectura y en el arte que han dado como
resultado en sus propiedades este número de oro. El
número áureo es una constante matemática descubierta por los antiguos griegos
como una proporción o relación entre partes de un cuerpo o cuerpos, que
podemos encontrar en la naturaleza.
Los
antiguos griegos realizaban numerosas obras y edificios siguiendo esta
relación, y en el Renacimiento se le dio el calificativo de la proporción perfecta entre los lados de un
rectángulo.
Sin
duda nunca un número irracional como lo es Phi ha dado tanto de que hablar que
hasta ha sido importante no solo en las matemáticas, si no también en las
ciencias y el arte.
El número Phi se escribe
como:
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Aquí hay ejemplos de la
existencia del número áurea en diferente ciencias.